Estrújame como fruta madura,
como un trozo de nieve
que se deshaga en tus manos.
Pálpame, concéntrame en tus ojos,
en tus dedos.
Abreme cual flor
pétalo a pétalo
con tu aroma,
con tus caricias,
con tu lengua serpenteante.
¡Ahh… si¡ líbame, sácame todo,
llega hasta el fondo, conviérteme,
cámbiame,
húndeme en tu oscuridad,
en tu pasión.
Déjame temblando,
déjame deseando tu piel,
déjame gritando.
Agitada y sin aliento,
jadeando.
Huéleme,
siente mi aroma de hembra,
embriágate en mi
y déjame enervarme con tu cuerpo.
Hazme adicta a tu ser.
Mátame y revíveme en tu fuego.
Lilith
3 comentarios:
Este poema es todo sentimiento y muy sensual, hay libertad y poder actuar, pero solo hay un tema, donde esta la persona que ocupa mi corazón.
Un saludo “El Profeta”
Eres directa y muy sensual, con tu poema, se puede soñar, abrazado a la almohada y recorrer un sueño de amor, por lastima estoy solo, no tengo otra opción. Eres muy buena, escribes viviéndolo enhorabuena. Un saludo.
Que pasa yo no tengo tiempo para contestar, pero edito, y tu? Esperamos tu palabras. Un saludo “El Profeta
Publicar un comentario