martes, 26 de mayo de 2009

AMAR A UNA PIEDRA



Lo vi un día de abril,
Destellaba al sol
como si tuviera vida en cada poro.
Me detuve frente a el;
era hermoso imponente
su porte,
su pose,
sus ojos tan tristes.
Lo visite día a día.
Me sentía confortada; quizás era su imagen,
la tristeza de sus ojos,
su faz tan callada la que me enamoraba.
Su eterno silencio lejos de molestarme
me fascinaba
era como ver a un héroe.
Le llevaba flores, le llevaba viandas
todo quedaba ahí entre el, yo, el sol
y la naturaleza sabia..

Mi madre me retaba…
-Niña, ¿como puedes amarlo?, es frío, es duro, es osco.
No te dice nunca que te ama
no baja su mirada altiva
a contemplar tu dulce mirada
te ignora como si no valieses nada.
-No se madre, es su esencia,
sus ojos tristes, su suplica.
Amo lo que soy a su lado,
el cobijo que me da su sombra.

Sufriendo corrí a su lado
me postre a sus pies buscando consuelo
no se fijo en mis lágrimas
ni aun cuando mojaban sus sandalias.
Me quede dormida
y entre la niebla lo vi inclinarse a mi,
me enjugo las lágrimas,
acomodo mi cabello,
beso mis mejillas,
y me dijo entre sueños
-“Mi dulce niña…
Que he hecho yo para que así me ames,
si soy una piedra
no hay vida en mí
solo frialdad
no puedo corresponder a tu amor
mi corazón esta congelado por toda la eternidad
nada puedo ofrecer a nadie
y aun así me has hecho desear amar.
El fuego de tu amor me esta calando
el alma mineral que en mi se esconde
¿Por que me admiras?
¿Por que me veneras así?...”

Desperté con el corazón excitado.
Lo abrace, lo bese.
El seguía erguido, inmóvil.
Le dije pegada a su pecho
-“Mira tus pies, alrededor tuyo
crece la hierba y pequeñas flores,
un sin fin de hongos.
Mira tu mano, la acunas
para recibir el agua del cielo
a donde los gorriones llegan a beber
dándote las gracia con su canto.
Mira la sombra que me acobija
cuando a tus pies estoy.

Eres mi vida, me siento protegida
Le di un beso largo intenso
Sentí que me respondía.

Transcurrió mi vida y cada tarde
me quedaba dormida a sus pies
Y el entre sueños me amaba.

Hoy han pasado décadas
y aun de anciana vengo a verlo
Quiero morir a sus pies,
quiero esperar el sueño eterno
para unirme a el.
Mi hombre de piedra
mi estatua arrogante.
Si no fue en esta vida
en la otra podrás amarme.

Lilith Odette

ESTA POESIA ESTA DEDICADA A UN AMIGO EN EL TIEMPO PEDRO ....PERO TAMBIEN PARA TODOS LOS QUE NOS NEGAMOS EL PLACER DE AMAR Y SENTIMOS EL CORAZON DE PIEDRA...



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