miércoles, 4 de marzo de 2009

SALVAJE PASION



Estaba sola.. el frío calaba mis huesos, veía el fuego de mi chimenea danzar entre sombras y formando figuras grotescas… tenia miedo. Afuera el viento lanzaba sus lastimeros gemidos como almas en pena. Me cobijo bajo una piel de lobo plateada que estaba al pie del sofá y como fiera adolorida me acomode en el suelo al calor del fuego.

No se cuanto tiempo paso que me quede medio dormida. Escuchaba a lo lejos el aullido de los lobos como clamando a la luna una presa. De repente empecé a sentirme sola, a desear un beso apasionado, a extrañar en mi piel las caricias, toscas y suaves al mismo tiempo, de un hombre.

Evoque una fantasía, aspire el aire helado del invierno y por un instante sentí que unas manos tocaban mis muslo, me enderece asustada, sentí entre las sombras una presencia muy fuerte. Sentía su mirada, sentía el deseo de su mirada recorrer mis formas… no pude resistir, era como si me ordenara en su silencio sepulcral, como si a través de los sonidos del viento me dijera,_Desnúdate…tócate.._ Yo ardía, ardía…deseaba ser tocada. Me tocaba toda de arriba abajo, el cabello los senos, las piernas, las caderas. Me recosté para sentir mi vientre; mi mano temblaba, jadeaba excitada, deseaba llorar. Era demasiada la sensación no podía soportar tanto.
Cuando mi mano llego hasta mi sexo…ahhhh. Doble mis rodillas y me revolqué en celo, quede hecha ovillo y solté el llanto. me levante asustada y salí de la cabaña, el calor me estaba asfixiando. Tome la piel que me cubría.
Al sentir la nieve en mis pies desnudos mi cuerpo se cimbro, todo me dio vueltas y corrí.

Sentía tras de mi a ese ser que me excitaba de lejos, que con solo escuchar sus murmullos podía hacerme mojar hasta escurrirme, pero no veía su rostro, no veía su cuerpo, eso me desesperaba, me angustiaba pero el deseo era intenso. Al correr, el viento se metía entre mi cuerpo y parecía que eran dos manos que me envolvían, me resistía pero algo en mi interior deseaba sentir mas y mas.

La tarde caía, la nieve se hacia tornasol con el poner del sol, los árboles se mecían, las ramas rasgaban mi piel, gotas de sangre marcaban mi camino, el dolor ahh ese dolor, ese ardor se mezclaba deliciosamente con el viento que jugaba con mi sexo y mi cabello que acariciaba mi espalda

Escuche de nuevo a los lobos; por un momento me olvide de mis sensaciones y pensé en ellos pero en ese instante…vi. su imagen. Solo era una sombra… se confundía entre los troncos de los árboles.

Era un acecho como de un depredador cazando a su presa, no comprendía lo que pasaba. Por un lado deseaba excitarlo, que me poseyera y por otro, mi miedo era intenso me volcaba el estomago.

Seguí corriendo y esa sombra la tenia mas y mas cerca casi me tocaba. Tropecé y al voltearme confundida, estaba frente a mi. Al ver su figura recortada entre las sombras provocadas por la luna, me estremecí. Su figura alta, fuerte; su gabardina como capa volando al viento, sus cabellos cruzando su rostro, no pude distinguir sus facciones. Desesperada por verlo vi. su aliento emitido evaporarse por lo helado del ambiente.

Su respiración la escuchaba y me excitaba, quise levantarme y correr, pero al enderezarme, alrededor mío había ojos amarillos, eran enormes lobos a pronto de saltarme encima.

Al avanzar hacia mi no pude contener mi deseo, mis pezones se endurecieron, mi cuerpo se arqueo ofreciéndole a ese ser mis seno. Subí mi camisón mostrando mis muslos en ese momento yo jadeaba excitada. Era como una autómata como si siguiera una orden silenciosa de esa amarilla mirada.

Me rodeo como demostrándome su poderío sobre mi. Sentía deseo, lujuria y al mismo tiempo pudor, pena, el calor hervía en mis mejillas. Me tomo del cabello y mientras mordía mi cuello una de sus manos acaricio mis senos salvajemente. Su mano bajo a su abdomen y su boca se prendió en mis pezones. Hizo que gritara de placer, su boca bajo entre mis piernas y su lengua recorrió la entrada de mi húmeda vagina, mis piernas se abrieron y quise aferrarme a su cuerpo. En ese instante me tumbo a la nieve de nuevo y se despojo de su capa.

Su cuerpo era hermoso no pude mas que admirarlo, desearlo. Me coloque de rodillas como una loba y deseaba que me tomara como un animal salvaje. Su posición como a punto de devorarme me excito más. Sus ojos brillaban, su respiración agitada. Era un dios. Se abalanzo sobre mí y me cargo hasta estrellarme a un árbol con las piernas abiertas. Me mordía, me arañaba, yo jalaba su cabello lo olía, lo mordía, gritaba, gruñía al unísono con el. Se puso sobre mi y de un zarpazo el ligero camisón y rasguño mis senos, lamió mi sangre y no quise saber de mi. Me lamió toda. De repente sentí sus uñas clavarse en mis caderas y una mordida en mi clítoris y en mi vulva.

Disfrute como una loca esa caricia tan salvaje, mis uñas en sus hombros lo hicieron gritar y lo hice rodar para ponerme sobre de el.
Lo saboree, lo lamí, mordía su cuello y el se estremeció. Me elevo con sus manos sobre su cara y mi vagina quedo lista para chuparme, yo me acabe las uñas en el árbol detrás, delante mío su cara su boca estaban mojadas de mis jugos su rostro de placer me excitaba sus ojos brillaban engolosados en mi. Baje mi cuerpo para ver su sexo; al tenerlo desnudo frente a mi, el gozó al verme con la lascivia con lo que lo admiraba. Abrí mi boca para devorar ese rico falo, grueso, duro y delicioso. Lo chupe ansiosa y sentí como crecía mas y mas en mi boca. Sus manos me sujetaban del cabello y me hundía su rica verga en mi boca. De repente sentí que se tenso y una cascada de leche caliente inundo mi boca.
Cerré los ojos la saboree y la comí entera. Al levantarme me relamí los labios con la lengua y el me abrazo delicadamente; ahora yo estaba como fiera, en ese instante cuando quise acurrucarme en su pecho me abrió de piernas. El sobre de mi y me ensarto fuertemente, mis manos se crisparon en la nieve arquee mi cuerpo mis ojos se pusieron blancos y casi aullé al sentir como me abría, mis gritos y gemidos eran interminables; a cada embestida mis senos se movían; se que le gustaba, lo vi en su mirada. Cuantas veces me corrí no supe jamas pero fue eterna esta sensación.

Manejo mi cuerpo a su antojo, me puso en 4 y tiro de mis cabellos me abrió los glúteos sus dedos mojados en su saliva estimulaban mi ano quise safarme de esa caricia, jamás me habían tocado ah, í pero me gusto me jalo hacia su cuerpo del cabello quedando de rodillas espaldas a el y mientras una mano hurgaba mi vagina que escurría, su otra mano jugaba con mi ano. No pude evitarlo, mis caderas empezaron a moverse de atrás hacia delante
Quería mas… mas pero aun así me resistí y me quise retirar, sus dedos se hundieron de golpe en mi ano y mi vagina al mismo tiempo el dolor y el placer eran casi insoportables y su voz, por primera vez escuche su voz , con un acento extranjero que me estremecía dijo:_Serás completamente mía; mente, cuerpo, alma, corazón_ y así fue, me doblego, mis gritos eran infrahumanos al sentir su verga abrirme mas y mas hasta que termino en mi y me hizo totalmente suya, yo lloraba y jadeaba, le gritaba que jamás me dejara, que no parara. El corazón se me desbocaba.
Perdí el sentido no supe mas de mi, lo ultimo que recuerdo, entre ese momento y el despertar en mi cabaña, fue su boca besarme tiernamente al sentirme protegida al cargarme en sus brazos.

Desde ese día mi cuerpo huele a el, mi piel sabe a el.
De donde vino, quien es, jamás lo he sabido, pero cada año vuelvo a este sitio y cada año me transforma con esa salvaje pasión.
LILITH

1 comentario:

Anónimo dijo...

Maravillosa y excitante historia.